domingo, 25 de enero de 2015

Volvemos a la batalla.

Desde mi última entrada ha pasado ya mucho tiempo, lo reconozco, he tenido olvidado mi blog demasiado tiempo.

Después de mi grata experiencia en el GTP110 mi siguiente objetivo era la Vuelta al Aneto, el ultra corto del Gran Trail Aneto-Posets, 58 kms de recorrido y un desnivel positivo acumulado de +3.700 metros. Diez días antes de la salida, una gastroenteritis que me duró más de una semana y me hizo perder más de 4 kg de peso, me aconsejaron desistir del intento. Dicen que es sabio saber retirarse a tiempo, y no quise correr riesgos, no en una carrera en la montaña, donde las cosas se pueden poner muy difíciles, no sólo por tema de salud, sino también de climatología, por lo que para afrontar este tipo de pruebas requiere un estado físico al 100%. Este contratiempo me afectó bastante anímicamente, ya que era, si cabe, la prueba que más ilusión me hacía de la temporada... me encantan los Pirineos. Así es que tuve que replantearme el resto de la temporada.


La organización del primer Maratón Adidas ciudad de Logroño, me brindó la oportunidad de hacer algo diferente, algo que nunca me había planteado, hacer de "liebre", y como personalmente las nuevas experiencias siempre me resultan atractivas no me lo pensé lo más mínimo y así me embarqué en esta nueva aventura, marcar el ritmo para un crono de 3:15. Fue a ésto lo que dediqué el resto del entrenamiento hasta mediados de septiembre de 2014.

Ciertamente, hacer de "liebre" fue una fantástica experiencia. Al celebrarse al mismo tiempo una 1/2 Maratón y la Maratón, mis tiempos de paso previstos eran 1:39 para el 1/2 Maratón y 3:15 para el Maratón. Las sensaciones previas a la salida eran de auténticos nervios, pesa mucho saber que vas a ser la referencia para muchos corredores que aspiran a estar en los tiempos que tu les vas a marcar. Al final todo fue perfecto, mi paso por la madie fue el previsto, y antes de finalizar la primera vuelta de 21.097 kms fueron varios los corredores que me agradecieron la labor, fue sin duda esto lo mejor de mi experiencia, porque sabes que te lo dicen de corazón y con sentida gratitud.

Sin otro objetivo cercano a la vista, con el horizonte puesto en la temporada de cross, busqué un nuevo estímulo, volver a retomar los 21.097 metros que ya tenía en el olvido desde hace más de 2 años. Y así, después de un merecido descanso de 10 días planifiqué mis entrenamientos hasta diciembre para afrontar dos retos, la 1/2 maratón de Picanya, y el comienzo de la temporada de cross, ambos en diciembre.


La 1/2 maratón de Picanya resultó tremendamente gratificante, por dos motivos: el primero de ellos conseguir mi objetivo, nueva mmp en la distancia (1:26:57), que aunque discreta para mis espectativas bien  mereció la pena en aras del segundo motivo, servir de liebre a partir del km 13 a la primera dama de la prueba. Si bien la primera mitad del recorrido mi ritmo fue bastante conservador, esperando incrementarlo la segunda mitad de la prueba, desde el paso por el arco de Meta la primera vez hasta el km 13 aproximadamente mi ritmo creció decidido y consistente, alcanzando y superando corredores, fue al alcanzar a la que supe era la primera chica de la carrera cuando opté por contener mi ritmo y pretarme a "ayudar" a la ganadora, que si bien iba perfectamente acompañada por su marido, sufrió un ligero desfallecimiento en el marcaje del ritmo cuando los alcancé y sin que nadie me pidiera nada y en silencio adapté el mío al que llevaban ella para no desfallecer en un ritmo bueno y cómodo. Así fue como transcurrieron los siguientes kilómetros y ya a falta de 300 metros de Meta aflojé para que fuese la vencedora quien entrase en Meta intentando que la foto finish fuese limpia, algún varón no contento creyó que esprintarle en la llegada era lo apropiado y le estropeó la foto, pero bueno, allá cada cual... Lo mejor, recibir su agradecimiento al cruzar la línea de Meta, me llenó más ésto que haber conseguido mmp.
Cross Internacional de San Sebastián

A día de hoy me encuentro a mitad de temporada de cross, en la que he participado en el Cross de Apertura de Santo Domingo de la Calzada, el Cross Internacional de San Sebastián, el Campeonato de La Rioja de cross corto por clubes (donde un año más mi club ha obtenido su ya séptimo galardón de la victoria), y el cross Ciudad de Haro.

Para aquellos que no hayan tenido contacto con el cross les diré que creo es la especialidad más exigente del atletismo, en la que uno se topa de bruces con sus carencias y  vuelve a tomar contacto con la realidad. Es impresionante ver correr a la élite en estas pruebas, conservando una plasticidad gestual exquisita, y en la que el común de mortales sólo podemos no venirnos a bajo sitiéndonos tremendamente torpes, y donde uno pierde absolutamente las referencias de los ritmos a los que está habituado en el asfalto. 

Cross Internacional de San Sebastián
Personalmente considero que de cara a la preparación de base para el ultra-trail, la temporada de cross es indispensable para ganar fuerza y conservar lo mejor posible las articulaciones.
Me quedan por disputar el Campeonato de La Rioja de cross largo por clubes el próximo fin de semana y el Campeonato de La Rioja de cross individual a mediados de febrero, con el que daré por concluida mi temporada de cross y comenzaré mi preparación para los grandes objetivos de esta temporada y que os contaré en breve en una próxima entrada.