martes, 15 de abril de 2014

Carrera por Montaña Miranda de Ebro 2014: entrenamiento psicológico

El pasado domingo 6 de abril se celebró la III Carrera por montaña de Miranda de Ebro, como la edición del año anterior se trata de una prueba puntuable para la IX Copa Sport HG de Castilla y León de carrera en línea, sin embargo para esta edición se ha modificado parte del recorrido del año pasado y se han añadido 9 kms más, con lo que la distancia final era de 35 kms con un desnivel positivo acumulado de 1.700m.

Perfil de la 3ª Carrera por montaña de Miranda de Ebro 2014
Pincha sobre la imagen para ver la ruta en Wikiloc
Para mi personalmente no era un objetivo de esta temporada, sino más bien un medio para la preparación de mi primer objetivo, la MiM de Penyagolosatrails, que se celebrará el 17/18 de mayo en Castellón. Así que se trataba más de un entrenamiento de calidad que de una prueba competitiva como tal, y así es como la había planificado, los objetivos más importante eran:
  1. finalizar a un ritmo próximo a los 7:30/km.
  2. chequear, en una prueba de cierta entidad, las zapatillas que pienso llevar a Castellón, unas ASICS Gel Fuji Trabuco 2 con las que me he hecho hace poco tiempo y con las que he podido rodar sólo en un par de entrenamientos de media distancia (18-20 kms).
  3. testear mochila superligera ASICS, con la que saldré en la MiM, es una mochila con una capacidad para 2 botellines en la parte frontal y un pequeño bag de 2 l a la espalda, muy ventilada por ser tipo redecilla.
La noche anterior no pude descansar bien, de hecho me costó conciliar mucho el sueño y me desvelé pronto, antes de que sonase el despertador. Aproveché para desayunar tranquilo y verificar con tranquilidad que tenía todo listo para ponerme en camino hacia Miranda.

Perfil de la prueba adherido a una muñequera
Durante el camino, mi estomago me puso sobre aviso que no estaba fino, se acumulaban gases y se movía en exceso, así que al llegar a Miranda me dirigí rápido a por mi dorsal, el 33..., y me fuí a tomar un café y a hacer una visita al WC, sin embargo no surtió ningún efecto y mi estómago cada vez parecía más una noria.

Después de prepararme me dediqué a calentar un poco trotando por las proximidades de la Salida, y las malas sensaciones que estaba teniendo me llevaron a tener que convencerme de que salir en negativo iba a hacer que lo que para mi era un entrenamiento fuese aún de mucha más calidad, porque la cabeza es el 50% del resultado de una prueba exigente, y cuando uno no tiene buenas sensaciones antes de empezar ya te predispone a un sufrimiento extra que hay que saber gestionar con la cabeza.

A las 09:30 se da el bocinazo de salida y una marea de más de 300 corredores se pone en marcha a buen ritmo, yo me coloco en un grupo de cabeza de unas 40 unidades, que en las primeras rampas de salida de la localidad de Miranda se estira y ya se hace una primera selección de unos 10 corredores que toman las posiciones de cabeza y que a la postre se jugarían las plazas de pódium.

Llaneando entre "estalagmitas" de piedra por la cima de Peñalrayo
Los primeros 9 kilómetros son en constante subida, pasando por Peña Fuerte (926m) y Peñalrayo (959m) hasta alcanzar el punto más alto de la carrera. La ascensión en su primer tercio es por pista amplia, para luego convertirse en camino y por último en senda. El segundo tercio exige concentración por la humedad de la roca, ya que una mala pisada provocaría un resbalón. El último tercio es una senda estrecha y en tramos difusa que transita por un terreno complicado al tratarse de piedra y roca que en su mayor parte muestra picos y aristas, por lo que hay que estar concentrado en donde colocar los pies a cada paso, aún así un enganchón, sin mayores consecuencias, me produce cierto dolor en la cara interna del tobillo.

Ya en la zona alta la niebla que nos había acompañado desde la salida levantó y el sol comenzó a calentar de lo lindo, así que era importante una buena hidratación, tras la cumbre un descenso rápido de 1,5k con alguna que otra tachuela y encaramos una pendiente de unos 600m con tramos por encima del 30%. Un nuevo descenso de poco más de 1k y de nuevo otra pared, en esta ocasión unos 350m con tramos próximos al 40% junto a los Jembres. Una pendiente más suave nos pone en camino a una sucesión de  toboganes durante unos 3k con un desnivel medio de 9% con tachuelas por encima del 21%, lo mejorcito para recuperar las piernas.

Cercano ya el ecuador de la carrera, km 16, y tras encontrarme con un amigo metido en la organización junto a un cruce, me detengo unos segundos para charlar con él. Reanudo la marcha y comienza un descenso de unos 2k con 3 toboganes a medio camino para aproximarnos a las faldas de la Cruz de Motrico (851m) que atacamos desde una altitud de 600m y que coronamos en menos de 1k de ascensión, siendo los últimos 700m infernales, con rampas del 40% y sin descanso alguno. En las ediciones anteriores, el descenso desde la cumbre se hacía por la vertiente que en esta ocasión ascendemos, realmente dura. Es en esta ascensión donde sufro calambres en una zona desconocida para mi, los abductores, que me hacen dificilísimo el ascenso al bloquearse la extensión natural de la pierna, así que a gestionar mental y físicamente otro contratiempo, que dicho sea de paso, me acompañó durante el resto de la carrera en todas y cada una de las ascensiones que restaban hasta Meta y en las que era consciente de la minutada que me caía en cada una de ellas. El descenso de algo más de 2k se hace por una senda frondosa de gran belleza, por la que se ha pasado en las tres ediciones, es un terreno donde permite recuperar, a pesar de exigir concentración por ser una senda estrecha con raíces y piedras que implican su riesgo. Este año, sin embargo, el descenso continuo se ve alterado por una variante que, con tachuela incluida, nos sacas unos cientos de metros del recorrido original.

Acariciando el km 22 un nuevo ascenso, en esta ocasión buscando llegar al Monte San Juan (747m), algo menos de 2k con una media del 10% y un ligero descenso hasta el área recreativa con dicho nombre donde se encontraba el último avituallamiento sólido de los 4 con que contaba la organización. Ahora quedaba un descenso tendido hasta el km 26, donde se iniciaba la última subida de algo más de 1k a una colina tras la, con tachuela incluida, sólo restaban 5k para llegar a Meta, donde concluyo en un tiempo discreto de 4:29:45 en un puesto de la general 99/176 finishers y veteranos 12/35 finishers.

Las clasificaciones, para los que os queráis hacer una idea de como anduvo la gente podéis verla pinchando en este enlace Clasificaciones 3ª Carrera por Montaña Miranda de Ebro 2014

Os dejo un video que realizó la organización de la prueba con unas imágenes espectaculares de esta edición


Contento con haber podido gestionar las malas sensaciones desde el inicio y el contratiempo de los calambres en mis abductores. Este ha sido un entrenamiento de mucha calidad, tanto a nivel físico como psicológico que, de haberme dejado llevar por mis sensaciones, me hubiesen dejado fuera de carrera en el km 12. Creo que la hidratación fue correcta, no así la ingesta de sólidos, ya que mi estómago no aceptaba lo habitual y sólo pude alimentarme con gajos de naranja y algún trozo de plátano.

Con respecto a los objetivos iniciales que me había marcado tengo que sentirme contento, ya que el paso por km estuvo cerca de mi objetivo, las zapatillas, salvo en terreno mojado (ya previsto), me transmiten buenas sensaciones, y la mochila ligera un acierto, un peso super reducido y una capacidad más que suficiente para una prueba no excesivamente larga y en la que no haya un material obligatorio voluminoso que portar, ya que ciñe muy bien a pesar de unos cierres que en principio parecen no vayan a hacer correctamente su función, pero que sin embargo, el superior, al deslizarse en altura por unas varillas, permiten un buen ajuste a medida.

Felicitar a la organización que ha sido espectacular, especialmente a los voluntarios, que como en cualquier prueba, son indispensables. El recorrido año a año ha sido mejorado, consiguiendo que sea atractivo y variado, el perfil es realmente exigente, y estoy seguro que en pocos años va a ser una prueba de referencia en el calendario nacional.

Ahora sólo resta tratar de aprovechar lo mejor posible las seis semanas que me quedan hasta mi primera gran cita de este año, la MiM de Penyagolosa.